Un diálogo con Daniel Christian Wahl, biólogo y autor del libro Diseñando culturas regenerativas, sobre el entendimiento de un camino en el que la celebración de la vida, en toda su diversidad y abundancia, sirva de brújula.
Desde hace más de 20 años, las preguntas e investigaciones de Daniel Wahl han estado vinculadas a la sostenibilidad, las culturas y la economía regenerativa en diferentes países. Con él abordamos los postulados claves de la regeneración.
¿De qué hablamos cuando hablamos de regeneración y culturas regenerativas?
Durante 3.8 millones de años, la vida misma ha evolucionado bajo un patrón en el que el planeta se hace más apto para la floración, la diversidad y la vitalidad de más vida, esa es la regeneración, y como seres, comunidades y humanidad entera podemos realinearnos con ella, para crear más condiciones conducentes a la prosperidad de lo vivo. Las culturas regenerativas actúan entendiendo que inter-son de manera profunda con el lugar que habitan y que su presente y futuro dependen de la vitalidad y la salud del mismo.
Hablas sobre inter-ser. ¿Qué sucede cuando entendemos que vivimos en una interconexión entre todos y todo?, ¿para qué transformar la narrativa de separación entre lo humano y lo natural?
Es imposible solo ser como individuo, la existencia es una condición de relación. El inter-ser nos ayuda a entender que no podemos elegir relacionarnos, sino que todo el tiempo estamos en medio de relaciones y nos invita a ser conscientes del nivel de profundidad de esta conexión. La propia capacidad como individuo solamente puede manifestarse plenamente en el servicio a este todo, del cual hacemos parte.
Cuando hablamos sobre regeneración pensamos inmediatamente en la sostenibilidad, ¿qué las diferencia?
Para distinguir ambos términos es preciso entender que la sostenibilidad es muy enfocada en soluciones. La mirada regenerativa no ve las cosas a través de problemas, sino a través del potencial del lugar específico, la gente específica, la ecología específica y el espíritu de tejido de colaboración en la biorregión específica; no busca resultados como, por ejemplo, un nuevo sistema de transporte, una agricultura sostenible o un sustituto del plástico. El foco de la regeneración no es entregar productos, sino que las personas aprendan de su lugar, que sean expresiones de su lugar para tejer en él.
¿Cómo pasar del antropocentrismo al biocentrismo?
Debemos entender que el antro es el bio, que no somos diferentes al sistema biológico. Este proceso de rehabitar nuestras biorregiones como actores regenerativos dentro del sistema y no como dueños del sistema, es la gran transición desde la biofilia, que es nuestro amor intrínseco por la vida.
Empezar a sentipensar y actuar regenerativamente implica desafiar los modelos que estructuran nuestras formas de vida. ¿Cómo abrazar la incertidumbre y las preguntas profundas que estamos teniendo como humanidad?
La certeza siempre ha sido una promesa falsa. La naturaleza también incluye destrucción creativa para la evolución. La ciencia tiene esa intención de crear datos y métodos cada vez más potentes para predecir y controlar la naturaleza, pero eso nos separa del mundo vivo. Tenemos que vivir con incertidumbre y con la muerte en este proceso más grande, confiar en la vida misma y en nosotros como sus expresiones. Se trata de actuar más como un baile intuitivo que un proceso calculado. Es un proceso de aprendizaje con audacia y humildad.
#QueVivaLoVivo es entender que somos vidas interconectadas.
¿Cuál ha sido tu relación con lo vivo durante tu existencia?
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