Alejandro encontró en la cerámica la forma ideal para expresarse. Cuando él y su familia descubrieron Gratitud, en Rionegro, encontraron además un lugar donde la alegría de crear y el afecto al compartir, lo llenaba todo.
Alejandro de La Roche padece de epilepsia desde niño y siempre asistió a clases en varios colegios con atención especializada. Su educación no había sido un problema, pero lo que hacía en el tiempo libre sí preocupaba a Clara Pérez, su mamá, pues sentía que le hacía falta espacios para divertirse.
Lo inscribió en las tardes a clases de pintura y de escultura; se trataban de momentos grandiosos para ambos. Alejandro se sentía pleno porque podía regalarle a su familia los proyectos en los que trabajaba. Clara, por su parte, se sentía dichosa de verlo feliz.
Así pasaron más de cinco años hasta y Alejo se desescolarizó a los 25. La situación se complicó porque no encontraban un lugar donde él siguiera sintiéndose en confianza para pasar su tiempode ocio. Buscaron mentores especializados y no funcionaron, probaron en distintas academias, pero Alejandro no se sentía querido.
Casi diez años los pasaron a punta de ensayo y error, hasta que, a través de una amiga de Clara, conocieron a Johana, una maestra que vio en Alejo la pasión por las artes.
Johanna conocía Gratitud, un taller de cerámica y bienestar en el Oriente antioqueño con maestros artesanos de El Carmen de Viboral. Esa tarde, Alejo fue con Johanna y se sintió bienvenido, acogido y admirado. Le preguntó a Ana, la encargada del lugar, si podía volver a pintar otros días y disfrutar más tiempo de las artes plásticas.
Alejandro ya tiene 34 años y su propio taller en casa. Sin embargo, espera con ansias cada miércoles para ir a Gratitud, crear algo nuevo o terminar un proyecto. La dicha de hacer lo que le gusta, también le permitió hacer amigos.
¿Qué lugares te hacen sentir libre y pleno?
En defensa del ocio para vivir con alegría
Cuatro actividades para hacer entre semana
¿Y si, además de esperar a que sea fin de semana para descansar o disfrutar, incorporas tiempo de ocio en tu rutina diaria? Te proponemos cuatro posibilidades:
Disfruta de lo simple. Salir a caminar, hacer ejercicio o tomarte un café viendo el amanecer, te permitirá empezar el día con mejor disposición.
Las artes son un punto de encuentro íntimo con el mundo. Consulta la agenda cultural semanal y prográmate para ir a una obra de teatro, ir a cine o disfrutar un concierto.
Piensa en lo que disfrutas hacer. Aprender a tocar un instrumento, probar una receta nueva hecha con tus propias manos, crear una huerta en casa, leer un libro.
Disfruta con otros. Además de enseñar a vivir en comunidad, conversar e intercambiar experiencias con otros, da más años de vida, según la ciencia.
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