Prevenir para no lamentar...

«1:20 p. m., magnitud 5.5 en la Escala de Richter, 0 personas fallecidas, y 0 heridos y damnificados». Ese fue el panorama que dejó el terremoto que sacudió a la ciudad de Popayán, Cauca, el 31 de marzo del 2063. Solo asistió un noticiero que quiso reportar porque no hubo víctimas. En cambio, 80 años antes, en circunstancias idénticas, toda Colombia supo de la tragedia que dejó alrededor de 300 muertos y más de 1.500 heridos. 

Para hacer parte de un logro como estos en las próximas décadas, la Corporación Presentes se preguntó hace dos años: ¿nos concentramos solo en llegar cuando un desastre ocurra o empezamos a cuestionarnos cómo llegar desde antes y prevenir? Durante toda su trayectoria, el equipo de trabajo había analizado, en terreno, por qué se producen los desastres naturales y decidió hacer algo con ese conocimiento.

Prevenir es mejor que curar, la frase popularizada por muchos de nuestros abuelos es el resumen del compromiso que esta Corporación tiene de cara a su futuro. Hablamos con Nicolás Ordóñez, su director, para comprender cómo un escenario que podría ser trágico puede quedarse solo en un evento natural, sin víctimas ni mayores afectaciones. 

«La corporación acerca conceptos como cambio climático, regeneración o resiliencia a las comunidades, empresas y sectores sociales, en un ejercicio de comunicaciones que es clave para movilizar las actuaciones y la participación de personas que se comprometen a ayudar. Cuando se pierde la noción de corresponsabilidad ecológica y coexistencia con otras especies, el resultado es trágico. Si yo no tengo en cuenta que ese río va a crecer y que eso puede matarme, me termino asentando en cualquier lugar», explica Nicolás.

Por eso, se preparan para el futuro concibiendo a las comunidades como parte de ecosistemas complejos. Cuando trabajan con una comunidad en el restablecimiento de sus condiciones de vida, lo hacen con un enfoque regenerativo. Es decir, si los medios económicos de esa población son respetuosos con el medio ambiente o si puede haber modelos más pertinentes con los desafíos ambientales. Con las comunidades hablan de economía circular, cultivos regenerativos más amables con la tierra, su vida y permacultura.  

Esta es una organización consciente de que para disminuir el número de víctimas en cualquier evento natural, los habitantes de los territorios deben reconocer sus riesgos y comprender su relación con todo lo vivo (ríos, mares, bosques o montañas). De esta forma, será posible mitigar el riesgo y entender que todo lo que existe tiene una función en el ecosistema y, cuando se altera, estamos socavando nuestras propias posibilidades.

La prevención del riesgo disminuye las pérdidas humanas, los dolores generados y la escasez material.

En 2063, con un equipo de trabajo que le da la misma importancia al ecosistema, a lo económico y social, Presentes será una organización que promueva la coexistencia de todas las especies en territorios donde se habita con una mentalidad ecosistémica.

«Es necesario conocer los territorios para poder trabajar la prevención y evitar tragedias. Debemos entender la relación de los seres humanos, con todo lo vivo», concluye su director.

Más de 15 gremios se unieron en 1983 para reconstruir Cajibío, un municipio cercano a Popayán. Este equipo se llamó Corporación Antioquia por el Cauca y desde entonces, la solidaridad de muchos permitió la intervención en más de 60 campañas que acompañaron a millones de familias afectadas.

Con el futuro en la mira y para ampliar su impacto, esta corporación dejó de llamarse Antioquia Presente para llamarse simplemente Presentes. Hoy se propone ser reconocida como uno de los referentes globales en temas de gestión de riesgos de desastres que anticipa los posibles eventos naturales, con la comprensión y corresponsabilidad de las comunidades.