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Hay una Medellín contada por sus artistas, colectivos sociales, artísticos y comunitarios que tiene un encanto particular, auténtico y diverso. En Compás Urbano, quienes llegan y quienes han estado toda la vida, se unen para recorrerla y descubrir sus maravillas cotidianas.
Una ruta de tango en Manrique, un recorrido para conocer la historia de Medellín a través de las esculturas del centro, la Comuna 13 con su música, danza y muralismo o la Medellín rural y campesina; así se recorre Medellín con Compás Urbano, una organización que nació para promover la agenda cultural y artística de la ciudad, mientras ofrece, con una línea de turismo, la oportunidad para explorar de forma profunda y diferente a Medellín y Antioquia.
En esos recorridos, estuvo y participó Jules Bruno un francés de 39 años que encontró en Colombia un destino para quedarse. En 2011 llegó por primera vez en unas vacaciones, luego viajó por Ecuador, mientras recordaba lo acogedores que le parecieron los colombianos. Por eso compró un tiquete de regreso y buscó la forma de quedarse.
Durante sus primeros meses en Bogotá, enseñó francés para ganarse la vida. Luego, por amigos en común, los dueños de una agencia de turismo en la capital lo contrataron porque necesitaban a alguien que hablara francés y orientara un tour guiado. Fue su primera vez como agente turístico.
La noche anterior al tour no durmió porque debía tener claro todos los datos que quería contar. En el recorrido, al día siguiente, descubrió que mientras él contaba datos y hechos históricos, los viajeros que lo seguían solo deseaban sentirse seguros y acompañados en su recorrido por un lugar nuevo.
Ese día, vio que podía empezar decididamente una vida en el turismo y dejar atrás su cotidianidad francesa, su cultura y su trabajo como conductor de grúa.
En esta nueva vida ya lleva más de 12 años y se siente afortunado, incluso en el momento más crítico, como lo fue la pandemia, cuando todos fuimos aislados y el sector turístico se detuvo casi por completo.
Esperó con paciencia la reactivación del sector y al poco tiempo conoció el trabajo de Compás Urbano, en Medellín, gracias a un evento en la ciudad. Conocerlo lo hizo soñar de nuevo: quería una vida más calmada, disfrutar de la movida electrónica y explorar otra ciudad de Colombia. A veces en la vida todo se alinea. Compás, necesitaba a alguien con superfil y Jules empezó a trabajar en Medellín.
Así conoció otra forma de acercarse y entender el turismo, una mirada íntima. Compás Urbano es una agencia de apropiación cultural con la que más de 24 mil personas han recorrido Antioquia, 9.600 de ellas son extranjeros.
Jules es un extranjero que a través de los colectivos comunitarios y artísticos le presenta al mundo una Medellín llena de la magia de lo cotidiano.
«Medellín todavía no es conocida mundialmente como una ciudad afín al tango, también al hip hop y también como una ciudad rural. Una ciudad es muchas a la vez y eso es lo maravilloso de conocerla a profundidad»: Jules Bruno.
#Welcome a la Medellín que muestra la magia de lo cotidiano.
¿Cuántos turistas le caben a Medellín, debe haber un límite?
«En Medellín el fenómeno turístico es muy reciente y no tenemos estimativos de esa capacidad de soporte, aún no sabemos cuántos turistas le caben a la ciudad. Sin embargo, ahora es prioritario descubrir cómo cualificar el turismo para que no sea de índole sexual. El control puede ser la clave para desincentivarlo». Juan Carlos García Bocanegra, arquitecto urbanista y profesor de planificación urbana. ¿Qué propones tú?
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