Entendiendo a la Medellín creativa

Medellín se define como una ciudad creativa gracias a que la Unesco nos integró a su red de ciudades creativas del mundo. Son ciudades que utilizan la creatividad para generar soluciones innovadoras a sus problemas y donde se prioriza el fortalecimiento de las empresas culturales dentro de su plan de desarrollo económico. Medellín se posiciona en el mundo por su propuesta de desarrollo urbano social que responde a la problemática de seguridad y que desde hace años es un referente internacional de transformación social. Fue así como las calles se llenaron de luz, contenido y espacios culturales que nos permitieron pasar de ser una de las ciudades más peligrosas del mundo a ser un lugar donde florece la cultura, el arte urbano y sus músicos, autores y cantantes que se escuchan en todo el mundo.

Además, en la última década, Medellín se posicionó, en múltiples métricas, como una de las ciudades más importantes del mundo en temas creativos, esto quiere decir: actividades cuyo éxito depende de la creatividad y el talento de las personas.

Si Medellín fuera un país, sería el quinto del mundo con más descargas de sus artistas en Spotify y es la ciudad del mundo que más nómadas digitales está recibiendo per cápita. Además, Medellín y Colombia son la decimonovena fuerza laboral del mundo, según Coursera, con más habilidades en el desarrollo de negocios digitales.

Que esto sucediera tiene que ver mucho con la identidad antioqueña. En Medellín siempre hemos buscado lo nuevo, los antioqueños somos gente curiosa y esa curiosidad es esencial. Además, Medellín, más que otras ciudades de Colombia, en las últimas dos décadas tuvo una gran conexión con el mundo e intercambió talento por medio de sus multinacionales y se consolidó como la cuna de las multilatinas* en el país.

También es clave distinguir entre ciudad creativa e industria creativa. Una ciudad creativa promueve y fomenta la diversidad, el florecimiento de las expresiones culturales y genera un ambiente propicio para la creación. Una ciudad creativa mira hacia afuera y aprende; pero también valora lo propio, la identidad local. La industria creativa se basa en el valor agregado de la propiedad intelectual que genera desarrollo económico para la ciudad. Se materializa en cadenas de valor en medio de un ecosistema ampliado de empresas y sectores económicos. Y, cuando ambos confluyen en un territorio, se genera un valor creativo potente que produce ingresos y empleos de calidad, a la vez que genera desarrollo social y transformación cultural.

Por eso, para aprovechar este auge lo primero que debemos tener claro es que hay mucho por explotar aún. Por ahora no hacemos suficientes negocios con los nómadas digitales, ellos han sido un dinamizador altísimo para el mercado inmobiliario, pero esa inversión se puede traducir en negocios. Además, hay mucho que aprenderle también a la exitosa internacionalización de los artistas paisas.

También es clave organizar la institucionalidad privada, fundaciones y el sector público para invertir juntos y enfocar recursos y talento donde creemos que se genera mayor valor. Estas empresas creativas representan mucho valor, pero si nos juntamos y nos organizamos el valor crecerá exponencialmente. Fortalecer las capacidades empresariales transversales a la música, el sector audiovisual, el turismo, el diseño, la gastronomía, los videojuegos, la animación y el cine, nos permitirá que los ingresos generados se queden en Medellín y multipliquen los beneficios sociales que eso trae para todos los habitantes del Valle de Aburrá y regiones cercanas.

¿Cómo explotarás tus talentos en esta ciudad que promueve la creatividad y la experimentación?

La moda, el teatro, las artes plásticas y visuales, el desarrollo de software, el entretenimiento, los videojuegos, la música, la tecnología, la gastronomía, el turismo y servicios de consultoría y salud, son algunas de las industrias creativas que hoy florecen en Medellín.