El porvenir del sector social según ChatGpt 

Estos son los desafíos de las organizaciones sociales en los próximos 40 años, según ChatGPT:   

• Ampliar su alcance y la escala de sus intervenciones a través alianzas estratégicas con otros actores sociales, públicos y privados, para generar soluciones integrales y sistémicas a los problemas sociales.  

• Aumentar su capacidad de incidencia política y social para influir en las agendas públicas y privadas, y contribuir al cambio social.  

• Adaptarse a los cambios tecnológicos y digitales que transforman la manera de comunicarse, gestionar, colaborar y generar impacto social.  

• Diversificar las fuentes de financiamiento y desarrollar modelos de sostenibilidad económica que les permita reducir la dependencia de fondos públicos o privados y aumentar su autonomía e innovación.  

• Incorporar una perspectiva de derechos humanos, género, diversidad e interculturalidad en sus proyectos y programas, para promover la inclusión, la equidad y el respeto a la diferencia.  

 Con esa información decidimos también buscar cuáles organizaciones locales ya trabajan para que esos desafíos no las tomen por sorpresa ni hagan tambalear su existencia. Encontramos tres: Makaia, One y Oasis Urbano.

1. One: ser sostenible para ayudar a otros  

One aprendió, a través de las experiencias de otras fundaciones, que la filantropía es insostenible. Por ello, reinventó el modelo económico y se convirtió en el puente capaz de unir empresas que quieran hacer inversiones sociales con iniciativas o proyectos ya existentes, y que necesiten capital propio o de aliados benefactores. 

Así, es autosostenible, genera recursos por cada impacto e interconexión que logra. Hasta ahora, han sacado adelante proyectos de educación, inclusión social, turismo y atención humanitaria. 

2. Makaia: un clic para avanzar

La tecnología avanza tan rápido que pensar en el 2063 suena a un salto cuántico inmenso. Para Makaia, anticiparse es el reto y enseñarles a las comunidades a ver la tecnología como una aliada, es la clave.  

Por eso, la corporación tiene como uno de sus frentes de trabajo reducir el analfabetismo digital en públicos como adultos mayores, jóvenes, campesinos y empresas, mediante inmersiones en el territorio, cursos, talleres y capacitaciones.

En el futuro pretende, además, revertir dos mitos: que muy pocas personas pueden estudiar carreras relacionas con software y desarrollo web, y que este es un sector de trabajo solo para hombres; Makaia tiene como propósito que cada vez más personas, en especial mujeres, puedan hacerlo. 

3. Oasis urbano: de ida y vuelta al futuro 

Oasis Urbano se dedica a la innovación social a través de acciones que cuidan la identidad del barrio, para que este sea un lugar digno y sostenible para vivir. Lo logra conectando el saber urbanístico de países europeos con el conocimiento de habitantes de barrios populares de Medellín. De esta forma, encuentra nuevas formas de ver el mundo, influir en la planeación pública, la política y la economía local.  

La entidad hace esto a través de talleres de siembra, entrevistas con personas locales especializadas en urbanismo, turismo comunitario y otros temas. Gracias a su trabajo, un territorio completo se ha transformado con los años: Moravia empezó siendo un relleno sanitario, luego fue jardín y hoy, pensando en el futuro, construye las bases para una escuela hecha entre todos y para convertirse en un lugar de encuentro entre Colombia y Europa.